Indignación en Marbella: PP y OSP quieren sacrificar animales abandonados

Indignación en Marbella: PP y OSP quieren sacrificar animales abandonados

A medida que se van conociendo más datos crece la indignación, principalmente a través de las redes sociales, por la intención del equipo de gobierno (PP-OSP) del Ayuntamiento de Marbella de recuperar los sacrificios de animales abandonados en el municipio. El rechazo es frontal desde el movimiento animalista y, en general, entre todos los ciudadanos amantes de los animales.  

Actualmente Marbella cumple con el llamado «sacrificio cero», que parece tener las horas contadas a raíz de la última ocurrencia del gobierno bipartito que, en su oleada de privatizaciones y externalizaciones, ha incluido también la de los animales abandonados y su posible eutanasia.

La iniciativa parte del concejal de Sanidad, Carlos Alcalá (PP), y el decreto de aprobación lo firma el edil Manuel Osorio (OSP).

La licitación de este servicio, para que lo realice una empresa, se abrió el pasado 8 de marzo y hay hasta el día 23 para presentar ofertas.

El coste será de 30.000 euros al año, por un periodo de cuatro, dos más otros dos prorrogables, por lo que el total de dinero público será de 120.000 euros, IVA incluido.

Pero el aspecto más polémico y que está generando más rechazo, es que esta licitación abre la puerta al sacrificio de los animales abandonados o perdidos en las calles del municipio.

Sacrificio

En concreto, el pliego de condiciones que está en licitación distingue si el animal lleva o no identificación. Si no existe un chip que permita encontrar a su propietario, se da un plazo de diez días, tras el que «podrán ser donados, cedidos y, en último caso, sacrificados».

Por lo que respecta a a un animal recogido con identificación, el propietario tendrá cinco días, tras ser avisado, para recuperarlo, abonando los gastos que haya originado su atención.

Si, transcurrido ese plazo, el dueño no se presenta, estos ejemplares pasarán a ser calificados como abandonados y se les darán los diez días antes mencionados, tras los cuales podrían ser sacrificados.

Esta intención del gobierno bipartito (PP-OSP) está generando mucha indignación y se prevé una amplia respuesta social, que aún está organizándose.

En las redes sociales ya se puede ver un importante rechazo de ciudadanos amantes de los animales y también se están movilizando las asociaciones animalistas.

La abogada y animalista Cristina Falkenberg ha calificado esta idea del Ayuntamiento de Marbella como recuperar las «perreras de los horrores», que denuncia se pagarán con dinero público.

También ha explicado que una de las condiciones para presentarse al concurso es tener cuentas depositadas en el Registro Mercantil, lo que «excluye a todas las protectoras».

Triple A

Falkenberg recuerda que la mayor de las protectoras locales, la Triple A, cuenta con 276 perros y 55 gatos ahora mismo, disponibles todos ellos para adopción.

«Si aplicamos el precio del contrato sólo al mantenimiento de estos animales, ello da un presupuesto de 6,86 euros por animal al mes, esto es para su manutención, mantenimiento de las instalaciones, cuidados higiénicos, veterinarios, recogida, transporte, destrucción de los muertos o sacrificados, etc», señala.

Por tanto, considera que «el contrato no se sostiene económicamente, por lo que cabe concluir que hay algo que se está ocultando. ¿Será el horrendo negocio del sacrificio masivo de animales, con pago por cada animal destruído?», se pregunta.

Desde Izquierda Unida también se ha alzado la voz. En un comunicado, la concejala Victoria Morales señaló ayer que “el PP y OSP condenan a muerte a la mayor parte de los anuales abandonados de Marbella, dejando la vida de los mismos en manos de una empresa privada que evidentemente se moverá por interés estrictamente económico».

Postura del equipo de gobierno

El concejal de Sanidad, Carlos Alcalá, ha explicado que “no existe un servicio nuevo, solo cambia el tipo de contrato, ya que el contenido es el mismo”.

Y ha añadido que el servicio “es necesario para los animales que no se puede hacer cargo, en virtud de un acuerdo con el Ayuntamiento, la Triple A, que solo acoge perros, gatos, hurones y cerdos vietnamitas”.

En cuanto al posible sacrificio de animales abandonados, Alcalá ha recordado que “el contrato recoge lo que marca la ley andaluza sobre animales, la cual establece que son los Consistorios a los que les corresponde la recogida y transporte de los mismos, debiendo hacerse cargo de ellos hasta que sean cedidos y, en último caso, sacrificados, por lo que esta medida es de último recurso y muy rara vez se produce”.

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