Los pueblos del Valle del Genal se vuelcan con la castaña

Los pueblos del Valle del Genal se vuelcan con la castaña

El otoño es tiempo de castañas, un producto de gran importancia en Málaga y de manera muy especial en los pueblos del Valle del Genal, así como en Yunquera, y en la Sierra de las Nieves. De hecho, se encuentran entre las principales zonas productoras de Andalucía. En la comunidad autónoma son la cooperativa de 2.º grado Castañas Valle del Genal y su cooperativa asociada de Jubrique las que inician la cosecha de la variedad extratemprana agosteña, también conocida como portuguesa. La recolección comienza cada año por las variedades tempranas autóctonas y continúa a primeros de octubre con la principal variedad que se cultiva en el Valle del Genal, la pilonga. La cosecha durará hasta la primera semana de noviembre con las variedades tardías, entre las que destaca la tomasa.

Aunque la pluviometría no ha sido generosa y las altas temperaturas que alcanzaron los 42º en la primera semana de septiembre han provocado cierta merma de la producción, organizaciones como Asaja Málaga y COAG Andalucía creeen que es pronto para hacer una estimación. La cosecha media, en un año normal, ronda entre los 3,5 y 4 millones de kilos. En la Sierra de Aracena, la otra gran zona productora, la campaña comienza en octubre, e igualmente se espera una cosecha media, aunque la producción final dependerá de las lluvias que puedan producirse en las próximas semanas.

COAG Andalucía recuerda que la castaña es el principal recurso económico con que cuentan los pueblos que conforman las zonas productoras y el que fija población al territorio. En el Valle del Genal, sólo en la recogida, que es absolutamente manual, se crean unos 30.000 jornales, entre mano de obra familiar y jornaleros venidos de las comarcas próximas.
El responsable de castaña de COAG Andalucía, Francisco Boza, ha explicado que «si bien el precio, en los últimos años, está compensando el arduo esfuerzo que significa el cultivo de la castaña, el sector vive pendiente de dos amenazas que preocupan notablemente a los productores: la avispilla del castaño y las enfermedades de la tinta (en Málaga) y del chancro (en Huelva)».

La más preocupante, por su incidencia, es la temida avispilla del castaño, plaga causada por un pequeño insecto de origen chino que va a mermar la producción de castaña en los próximos años. El único medio para combatirla es la suelta masiva de su predador natural, el ‘Torymus sinensis’, medida que se viene reclamando al Ministerio de Agricultura desde que se detectó por primera vez en Málaga en el año 2014.

En cuanto a la tinta o seca del castaño, es una enfermedad producida por el hongo ‘Phytophtora cinnamomi’, que causa la muerte súbita del árbol. Van apareciendo con mayor frecuencia focos cada vez más extensos por todo el Valle del Genal. Respecto al chancro, también está producido por un hongo, el ‘Cryphonectria parasítica’, que seca brotes y ramas, pudiendo igualmente provocar la muerte del árbol. El sector reclama de la Administración que se busquen las soluciones pertinentes a estas dos enfermedades para acabar con la desaparición de los castaños.

 

Fuente: diariosur.es

 

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