21 Jul Los cuatro jinetes de la plaga del olivo vistos desde Andalucía
Multiplex, fastidiosa, pauca y sandyi, son los nombres de las cuatro subespecies oficiales de laXylella Fastidiosa (XF). Los cuatro jinetes de esa bacteria, llamada en Italia la peste negra del olivar, pero que afecta también a la vid, cítricos, almendros, quercus, adelfas, plantas ornamentales…. La bacteria ha llegado a España hace apenas unos meses, a las Islas Baleares (multiplex y fastidiosa), se ha detectado hace unos días en la Península, en Alicante (multiplex), y está cada vez más cerca de Andalucía, la primera región productora de aceite del mundo, donde sus consecuencias podrían ser devastadoras y convertir grandes zonas en un desierto.
Está considerada uno de los principales patógenos de cuarentena en la Unión Europea y aunque desde la Consejería de Agricultura andaluza se envía un mensaje de tranquilidad, el nivel de preocupación en el sector del olivar «es muy alto», sobre todo en la provincia de Jaén con unos 600 millones de olivos, «donde este cultivo lo es todo», según explica a eldiario.es/andalucia, Esteban Montblanc, gerente de Interóleo Picual, que aglutina más de 13.000 agricultores y comercializa cerca de 47 millones de kilos de aceite a granel.
«No es solo que haya un caso en la Península, es que no se sabe cómo enfrentarnos a esta situación», asegura Montblanc, al tiempo que insiste en que hay un gran desconocimiento sobre esta plaga y la información que llega de Italia «es que el daño ha sido muy relevante», hasta el punto de que en la última campaña el país vecino «ha tenido un récord de cosecha de aceite en negativo», donde a la sequía se ha unido la obligación de arrancar cientos de olivos en la zona de Puglia, el llamado tacón de la bota.
Dependiendo de la subespecie de XF afecta a un tipo de cultivo; así la fastidiosa afecta a vid, adelfa, cerezo, cítricos, café y almendro; pauca a cítricos, olivo y café; multiplex a melocotonero, almendro, albaricoque, ciruelo, roble, arándano, olivo, vinca y plátano; y sandyl, a la adelfa. Además, según la doctora Blanca B. Landa, del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se ha demostrado la existencia de recombinación genética con nuevas subespecies y evolución, lo que aumenta el riesgo de aparición de variantes de la bacteria más virulentos o que sean patógenos sobre cultivos que antes no lo eran.
Es lógico que en una región como Andalucía, donde la producción agrícola supera los 11.700 millones de euros (25% del total nacional), lo que la coloca como el sector agrícola más potente de España, y que en el caso del olivar cuenta con 1,5 millones de hectáreas y 205 millones de olivos que producen casi la mitad del aceite de oliva de todo el mundo (4,8 de cada 10 litros), el tema sea especialmente sensible.
Olivareros consultados plantean la necesidad de no crear alarma. Ellos, aseguran que poco más pueden hacer, que prestar su colaboración realizando lo que a fin de cuentas han hecho siempre, mimar los olivos, manteniéndolos limpios y cuidados, y confiar en la correcta actuación de las administracionespara evitar la llegada de la bacteria.
Noticia: diariosur
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