Olivares combate las plagas de insectos de forma biológica

Olivares combate las plagas de insectos de forma biológica

Olivares de Duero clausuró ayer una nueva entrega de unas jornadas enmarcadas en el Programa de Voluntariado Ambiental de la Fundación Caja Burgos con la Obra Social La Caixa. De nuevo esta convocatoria volvió a suscitar el interés de un buen número de participantes donde, además de la localidad ribereña, también se acercaron desde Valladolid.

La agenda comenzó a desarrollarse el miércoles con los niños del colegio de Primaria del municipio como protagonistas, los cuales participaron en unos talleres sobre las aves con las que cohabitan en la zona y, también, construyendo comederos para pájaros. El viernes por la tarde comenzaron a celebrarse las actividades para los adultos, como la clase teórica que recibieron en la que, al igual que a los niños, se les instruyó en el conocimiento de los pájaros de la zona, pero también cómo identificarlos y las diferentes técnicas de observación para tal fin. Los asistentes mostraron ser alumnos aventajados, pues conocían bastante bien las aves de las que se habló, aportando además los nombres con los que se las denominan en el municipio.

El sábado hubo que modificar la hoja de ruta debido a que las condiciones meteorológicas no aconsejaban realizar algunas actividades programadas al aire libre, como estaba previsto. Estas, que se desarrollarán un poco más adelante, consisten en un paseo ornitológico guiado para ver sobre el terreno los diferentes espacios que pueblan la zona y colocar varias cajas-nido en los lugares y árboles más apropiados, y en la parte más conveniente de ellos para mantener a sus moradores a salvo de predadores. Las pequeñas casetas las hicieron los propios voluntarios.

En esta ocasión fueron las 12 cajas-nido construidaspara especies insectívoras, como son los carboneros y herrerillos. Estos nidos se situarán principalmente en las laderas pobladas de pinos a cuyos pies se asienta el casco urbano. De esta forma también se realiza otro de los objetivos del proyecto, como es combatir plagas de forma biológica, en este caso la de la famosa oruga conocida como la procesionaria, que se da en ese tipo de ecosistema forestal.

Con la intervención de este año, las cajas instaladas por voluntarios en Olivares de Duero y sus alrededores alcanzarán el número de 32, ya que el año pasado se ubicaron veinte.

Noticia:elnortedecastilla.es

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