04 Ago Una nueva plaga de mosquitos afecta a la zona oeste de Málaga
Los mosquitos vuelven a hacer de las suyas en la zona oeste de Málaga. Cierto es que no han dejado de hacerlo este verano, pero en los últimos días han intensificado de nuevo su presencia en barriadas como Guadalmar, Sacaba y Parque Litoral. Y también en las playas, donde los insectos están haciendo estragos entre los bañistas en cuanto cae la tarde. De momento, a diferencia de lo ocurrido en anteriores episodios, las miradas no apuntan a la desembocadura del Guadalhorce, barajándose la posibilidad de que el foco pueda estar en la depuradora. Aunque la planta que gestiona Emasa aplica su propio tratamiento contra los insectos, técnicos del servicio municipal de control de plagas tienen previsto inspeccionar las instalaciones, donde hace unos años ya se originó una plaga en uno de los tanques.
Aunque esta nueva plaga empezó a notarse el jueves, su incidencia ha ido a más durante el fin de semana. Buena muestra de ello fue lo ocurrido el sábado en la playa de la Misericordia, donde numerosas familias tuvieron que recoger sus cosas y marcharse porque estaban, literalmente, rodeados de mosquitos. «Nunca había visto nada igual. De repente, estábamos todos minados de mosquitos, así que en apenas diez minutos la playa se quedó vacía. Fue tremendo. Me los tenía que quitar de la cara», relata Manuel Fernández, que en ese momento se encontraba en la Misericordia en una reunión familiar para celebrar el primer cumpleaños de su sobrino. La fiesta quedó interrumpida, aunque este malagueño y su hermano la continuaron en las urgencias de Carlos Haya con el cuerpo repleto de picaduras. No fueron precisamente los únicos, ya que el hospital lleva varios días atendiendo numerosos casos similares, según confirman fuentes sanitarias. «Mi madre no puede abrir el ojo, y mi hermana Ana Mari tiene toda la espalda cubierta», comenta Manuel. La foto de su hermana, que ilustra este artículo, no deja lugar a dudas.
Ayer volvió a repetirse la historia, también en la playa de Sacaba. «Ha llegado una nube de mosquitos y todo el mundo ha salido corriendo. Tengo al menos 20 picaduras», afirmaba anoche Lucía Martínez.
¿Cuál es el origen de esta nueva plaga? En el Área de Sostenibilidad Ambiental no conocen la respuesta. Y tampoco en Athisa, la empresa adjudicataria del servicio de control de playas, ya que en esta ocasión no apuntan a la desembocadura del río, que desde comienzos de mes está más controlada una vez que la Junta de Andalucía autorizara al Ayuntamiento a entrar en el paraje e intervenir si fuera necesario. Eso sí, siempre de forma coordinada, como viene ocurriendo durante las visitas periódicas a la zona.
De hecho, el pasado martes se revisó la zona sin que se observara la presencia de larvas. Sí había mosquitos adultos, pero escasos. Según los técnicos, esta vez tampoco se ha registrado ningún aumento del nivel de las lagunas ni ningún otro factor que pudiera provocar la eclosión de huevos, como sí ocurrió a comienzos de agosto. Ante esta circunstancia, Athisa ha propuesto al Consistorio inspeccionar la estación depuradora.
Mientras tanto, los residentes del entorno aseguran estar desesperados y reclaman medidas efectivas. «El año pasado hubo un par de repuntes, pero este verano ya llevamos cinco o seis. Es la historia de nunca acabar porque las actuaciones no están dando resultado. Hacen falta medidas contundentes porque lo que está ocurriendo no es normal», se queja el presidente de la Asociación de Vecinos de Guadalmar, Francisco Troyano.
Noticia:diariosur.es
No Comments